Santa Misa Novus Ordo, oficiada por Monseñor Antonio Keller,
Obispo de Frederico Westphalen, en la Natividad del Señor,
en plena sintonía con el Papa, con ornamentos tradicionales,
dalmática pontifical y cruz central en el altar flanqueada
de siete candeleros al tratarse de Pontifical.
La web
Salvem a Liturgia! publica una carta de Monseñor don Antonio Keller, Obispo de Frederico Westphalen, en Brasil, sobre la distribución de la Sagrada Comunión.
El Obispo recuerda la necesidad de estar en estado de gracia para recibir el Cuerpo de Cristo y distinguir claramente entre el pan común, o alimento del cuerpo, del Pan Eucarístico: Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad del Señor, alimento del alma. También se refiere a la obligación de guardar la hora previa de ayuno y a las modalidades y gestos en la forma de recibir la Sagrada Eucaristía.
En dicha carta anuncia que, a partir de Navidad, en su Catedral el Obispo distribuirá siempre la comunión a los fieles arrodillados en un reclinatorio, como muestra la fotografía.
No menos interesante es este párrafo de Monseñor Keller:
"La negación de la Santa Comunión a los fieles, por causa de su postura de rodillas, debe ser considerada una violación grave de uno de los derechos más básicos de los fieles cristianos, concretamente en el de ser asistidos por sus pastores a través de los sacramentos (CDC, Canon 213). Incluso en los lugares en los que la Congregación ha aprobado que la Comunión se reciba de pie, de acuerdo con las adaptaciones permitidas por las Conferencias Episcopales... lo ha hecho estipulando que a los fieles que comulgan y escogen arrodillarse no les debe ser negada la Santa Comunión por este motivo (Sgda. Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Carta de 1 de julio de 2002, Notitiae (2002) 582-585)".