El cardenal arzobispo de Bolonia, monseñor Carlo Caffarra, ha hecho pública la primera revocación oficial del indulto de la Conferencia Episcopal Italiana de 1989 que permitía recibir la comunión en la mano. En la catedral y otros dos templos de la archidiócesis italiana sólo se podrá recibir la comunión en la boca.
Según las nuevas disposiciones dadas a conocer por la Oficina de Pastoral de las Comunicaciones Sociales de la Archidiócesis de Bolonia (Italia), se trata de un comunicado que pone en conocimiento público la primera revocación oficial en Italia del indulto de recibir la Comunión en la mano.
“El primer domingo de Adviento de hace veinte años, en 1989, entraba en vigor la resolución de la Conferencia Episcopal Italiana, que autorizaba, con la aprobación de la Santa Sede, la distribución de la Sagrada Comunión en la mano.
En las últimas semanas, los párrocos y rectores de iglesias de nuestra diócesis han recibido la notificación de las disposiciones adoptadas por el Cardenal Arzobispo, en vista de los graves abusos que se han producido en este sentido. En particular, el Cardenal ha ordenado que, en la Catedral de San Pedro, la Basílica de San Petronio y el Santuario de la Virgen de San Lucas, la Comunión se distribuya a los fieles únicamente sobre la lengua”.
La posibilidad que se concedió para recibir la Hostia consagrada en la mano puede, de hecho, originar "graves abusos", porque "hay quienes se llevan las Sagradas Especies para tenerlas como "souvenirs", "quienes las venden”, o peor "quienes las llevan para profanarlas en ritos satánicos". Lo dice el provicario general, Monseñor Gagriele Cavina, en la carta a los sacerdotes que acompaña las disposiciones del Cardenal, citando un escrito de Mons. Malcolm Ranjith, secretario de la Congregación para la Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
Debemos tomar nota, escribe el Cardenal Carlo Caffarra, que, “por desgracia, se han repetido casos de profanación de la Eucaristía aprovechando la posibilidad de recibir el Pan consagrado en la palma de la mano, sobre todo, pero no exclusivamente, en las grandes celebraciones o en las grandes iglesias que son lugares de paso de numerosos fieles. Por este motivo es bueno para controlar el momento de la Santa Comunión a partir del cumplimiento de las normas comunes por todos bien conocidas”.
Durante la Comunión, se lee en el decreto del Cardenal, “los servidores asistan al Ministro, en la medida de lo posible, vigilando de que cada fiel, después de haber recibido el Pan consagrado lo consuma de inmediato ante el Ministro y por ningún motivo sea llevado de allí, o colocado en un bolsillo o en sacos o en cualquier otro lugar, o caiga al suelo y sea pisado”.
Junto con una fuerte recomendación de vigilancia que vale para todos los sacerdotes, el cardenal ha dictado esta disposición para tres iglesias de la diócesis: "habida cuenta de la frecuencia con que se han notificado casos de comportamiento irreverente en el acto de recepción de la Eucaristía - escribe el Cardenal - disponemos que en la Iglesia Metropolitana de San Pedro, en la Basílica de San Petronio y el Santuario de la Santísima Virgen de San Lucas en Bolonia, los fieles sólo reciban el Pan consagrado de las manos del Ministro directamente sobre la lengua".
La disposición está atenuada para las parroquias, porque, escribe Mons. Cavina, "los fieles son en gran parte conocidos, y el párroco puede estar más seguro de su actitud al hacer el gesto de la comunión en la mano con el debido respeto e intervenir con oportunas advertencias de vez en cuando a fin de educar continuamente a la asamblea para participar de la liturgia en modo activo y consciente ".