lunes, 26 de marzo de 2012

Desde la FSSPX: “No está en primer lugar el bien de nuestra Fraternidad sino el de la Iglesia”


Presentamos un breve artículo de Andrea Tornielli, traducido por La Buhardilla de Jerónimo, en el cual hace referencia a una carta del Padre Schmidberger, superior del distrito de Alemania de la FSSPX, en el cual, al mismo tiempo que pide reforzar las oraciones, afirma que “hay fundadas esperanzas para una solución satisfactoria”.



El Padre Franz Schmidberger, el primer sucesor del arzobispo Marcel Lefebvre a la cabeza de la Fraternidad San Pío X, actualmente superior del distrito alemán, ha hecho leer en todas las misas celebradas ayer en Alemania por los lefebvristas un comunicado.

Schmidberger recuerda que el pasado 16 de marzo, en Roma, el cardenal William Levada, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, entregó al superior general de la Fratenidad, el obispo Bernard Fellay, “una carta con explicaciones en las que se pide de modo final expresarse en un modo más positivo de lo que se ha hecho hasta ahora sobre el preámbulo doctrinal del 14 de septiembre de 2011”. El plazo último para la respuesta está fijado para el 15 de abril de 2012. “Si bien la carta se expresa también en un tono desagradable – comenta Schmidberger respecto a la respuesta de Roma -, hay fundadas esperanzas para una solución satisfactoria”.

“En caso de que llegara a realizarse – concluye la nota -, todas las fuerzas de la tradición de la Iglesia se verían notablemente reforzadas; en caso contrario, ellas se verían debilitadas y desanimadas. Por lo tanto, no está en primer lugar el bien de nuestra Fraternidad sino el bien de la Iglesia”.

Sacri Palazzi
La Buhardilla de Jerónimo

1 comentario:

  1. A mi corto entender, veo que la Fraternidad tiene una escisión interna: los hay que quieren el bien de la Fraternidad a toda costa, y los que que a toda costa buscan el bien de la Fe y la Iglesia. Pero es que en el resto de Santa Iglesia se da lo mismo, pero a la inversa: los que desean que la Fraternidad luche por lo suyo (y se produzca de verdad el cisma) y los que luchan -y sufren y rezan- por la Iglesia (deseando que vuelvan pronto, para darnos fuerza en la tarea de restaurar la fe o llevar a cabo la nueva evangelización, que ha de ser lo mismo)

    Lo doloroso es que tantos los que se encastillan en la Fraternidad como los que desean que se separen del todo, lo hacen desde su idea de Iglesia y son el bando de la división y la ruptura... el bando diabólico (etm.)

    Recemos por la unidad!!! Más que nunca, ahora la Iglesia puede dar pasos de ecumenicidad. Si no es con ellos, ¿con quién nos acercaremos a comer el mismo Pan?

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