jueves, 28 de julio de 2011

Ornamentos negros en Valdecasa de Tajo







Hace unos días en Valdecasa de Tajo, Cáceres, y Archidiócesis de Toledo, se procedió a inhumar los restos de dos mártires de la persecución religiosa. La urna con los restos de los siervos de Dios Justo Lozoyo López, sacerdote, y de su madre, Francisca López Moreno, fue sellada en la Santa Misa Novus Ordo, que presidió el Postulador General de las Causas, Rvdo. Jorge López Teulón, para inhumarlos en el templo parroquial de Valdecasa de Tajo.

La sierva de Dios Francisca López había contraído matrimonio con Timoteo Lozoyo García el 1 de agosto de 1901 en Valdelacasa de Tajo. Tenían un solo hijo, Justo, que nació el 6 de agosto de 1902. El siervo de Dios recibe la ordenación sacerdotal el 16 de junio de 1927. Cuando estalla la persecución religiosa, don Justo ejerce su ministerio como cura ecónomo de Carrascalejo y los domingos atiende además Navatrasierra (ambos de Cáceres). Anteriormente fue cura ecónomo de El Puerto de San Vicente.

Al finalizar el mes de julio ya no le permiten residir en el pueblo y busca refugio en casa de sus padres. Allí permanece hasta el 25 de agosto de 1936. Ese día se posiciona en el pueblo la columna anarquista «Fantasma». Al preguntar sobre el paradero del párroco, les dicen que se ha marchado pero que hay un hijo del pueblo que está refugiado. Inmediatamente, dan con él, lo apresan y lo llevan a un corral a la entrada del pueblo. Al enterarse su madre corre para abrazarse con él y aunque intentan separarlos no lo consiguen. Así, los dos abrazados, al grito de «¡Viva Cristo Rey!» son fusilados. Después se ensañaron con los cadáveres y fueron trasladados al camposanto del pueblo, donde fueron sepultados.

El 2 de julio la parroquia de Valdelacasa de Tajo lucía sus mejores galas. A las doce de la mañana, y tras llegar el cortejo procesional hasta la ermita de santa Ana, a las afueras del pueblo, cuatro sacerdotes cargaron sobre sus hombros con tan veneradas reliquias. La procesión se detuvo en la calle donde se encontraba el corral en el que los siervos de Dios fueron asesinados. Al llegar al templo se depositaron delante del altar para celebrar una solemne misa de exequias novus ordo por el sacerdote y su madre. Al finalizar, y según prescriben todas las rúbricas para dicho momento: se leyó el acta de la exhumación, se reconocieron los restos y se lacró la caja de reducción. Finalmente se colocaron los restos en una preciosa urna de piedra en una de las capillas laterales a la espera del juicio definitivo de la Iglesia sobre el martirio de los Siervos de Dios.

Destacamos el uso de ornamentos tradicionales y actuales negros, así como la disposición del altar con cruz central y seis candelabros laterales tal y como pide el Santo Padre.

1 comentario:

  1. El Padre Lozoyo y su madre Dª Francisca López, fueron mártires, vilmente asesinados por el odio marxista que emanaba del Frente Popular compuesto por el Partido Comunista, los anarquistas FAI y CNT, y el Partido Socialista, y cuyos herederos ideológicos hoy en España, intentan volver a imponer sus ideas, que costaron miles de asesinatos, entre ellos el P.Lozoyo y su madre, y una Guerra Civil.

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