Leemos este artículo en el blog amigo de Acción Litúrgica, y lo compartimos con nuestros lectores porque lamentablemente estamos de acuerdo. Se recrudecen los ataques a la Santa Misa Tradicional.
Han sorprendido las declaraciones de Monseñor Jeffrey Steenson, Ordinario del Ordinariato Personal de la Cátedra de San Pedro, en Estados Unidos, uno de los tres ordinariatos creados por el Santo Padre para acoger a los anglicanos convertidos al catolicismo.
Monseñor Steenson explica que los libros litúrgicos aprobados para el Ordinariato por las Congregaciones para la Doctrina de la Fe y para el Culto Divino, son los correspondientes a la tercera edición del Misal Romano, en latín o en lengua vernácula. Y que la Forma Extraordinaria del Rito Romano "no integra el patrimonio Anglicano, no es propiamente usada en nuestra comunidades".
Esta declaración, que vulnera los derechos reconocidos en el motu proprio Summorum Pontificum, supone una desautorización a los sacerdotes del Ordinariato que habían incluido la Misa tradicional en algunas de sus iglesias, por ejemplo la iglesia del Monte Calvario en Baltimore.
El deseo de proteger el patrimonio cultual anglicano traído al catolicismo no puede constituir un argumento para dificultar el acceso de los fieles a la Forma Extraordinaria.
Diversos medios han criticado a Monseñor Jeffrey Steenson por olvidar que la Forma Extraordinaria va íntimamente unida a la historia del catolicismo inglés, incluido el testimonio de los numerosos mártires de la fe, y que el uso del misal tradicional no es desconocido en los círculos Anglo-Católicos.
Ojalá nos equivoquemos, pero mucho nos tememos que se afilan de nuevo los cuchillos contra la Santa Misa gregoriana, aprovechando la ancianidad del Papa. La hostilidad de la gran parte de la Curia contra el tradicionalismo se habría ido manifestando con diversas logros: la salida de Monseñor Ranjith del Culto Divino habría sido una primera etapa; otra, la defenestración del Cardenal Castrillón Hoyos fabricándole un escándalo; la siguiente el boicot al acuerdo con la Fraternidad de San Pío X, cuando incluso el propio portavoz del vaticano había indicado que la respuesta de Monseñor Fellay era satisfactoria; las últimas etapas han sido el nombramiento de Monseñor Müller en la Congregación para la Doctrina de la Fe; y la entrada en la Congregación para el Culto Divino del inglés "anti-hermenútica de la continuidad" Obispo Roche, y la subsiguiente salida de su compatriota, del erudito y tradicional padre Lang, sin duda decepcionado por los nuevos aires. Dios nos coja confesados.
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