Como es tradición el Santo Padre Benedicto XVI presidió la Santa Misa de imposición de la ceniza en la Basílica romana de Santa Sabina. El Sumo Pontífice usó nuevamente ornamentos tradicionales de color morado.
A continuación les ofrecemos un interesante artículo tomado del blog Lex Orandi sobre la tradición del miércoles de ceniza en Santa Sabina:
La imposición de la "ceniza" era un rito reservado primeramente a los pecadores públicos, que habían pedido ser "reconciliados" durante la Cuaresma. Por humildad, reconociéndose todos necesitados de "reconciliación", el Papa, el Clero y, después todos los fieles, quisieron asociarse a este rito, recibiendo también ellos las cenizas.
El porqué fue elegida Santa Sabina no se sabe con precisión: algunos piensan que el Papa, en vista de las fatigas cuaresmales, se retirase allá durante algunos días para descansar. Podría haber sido elegida también porque, para llevarla a cabo, la procesión que partía de Santa Anastasia debía hacer una fuerte subida, símbolo de los esfuerzos necesarios para la "subida" hacia la perfección espiritual del alma.
La basilica actual es “datada” tal como informa en la gran inscripción de la entrada: “fue construida por el presbítero Pedro Illirico, en tiempos del Papa Celestino I (422-432)”. Pero se conoce un "Titulus Sabinae” anterior a aquella época, construido quizás sobre una casa romana de la que se han podido ver las ruinas. La Sabina titular ha sido probablemente la donadora del terreno, etc. que, más tarde, cuando en el siglo VI eran “Titulares” sólo los Santos Mártires, fue adornada (son numerosísimos los casos), seguramente con conocimiento de causa, con el título de Santa.
La basilica del siglo V fue restaurada y modificada muchas veces, como casi todas las iglesias antiguas de Roma: incendios, terremotos, invasiones, nuevos modelos estilísticos, fueron sus grandes enemigos. En 1914-18 A. Munos la retornó a su estilo, utilizando muchas piezas originales, que por fortuna no se habían destruido: es la que admiramos todavía.
La basilica del siglo V fue restaurada y modificada muchas veces, como casi todas las iglesias antiguas de Roma: incendios, terremotos, invasiones, nuevos modelos estilísticos, fueron sus grandes enemigos. En 1914-18 A. Munos la retornó a su estilo, utilizando muchas piezas originales, que por fortuna no se habían destruido: es la que admiramos todavía.
(Traducción del original italiano: Salvador Aguilera López)
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