En su
alocución ante la LXIII Asamblea General de la Conferencia Episcopal Italiana, el Cardenal Angelo Bagnasco, su presidente, ha dicho:
"Pero tenemos por lo menos otras dos razones por las cuales expresar nuestra gratitud al Papa: la primera se refiere a la instrucción Universæ Ecclesiæ destinada a dar una correcta aplicación del «motu proprio» Summorum Pontificum del 7 de julio de 2007, y así recuperar con más empeño y armoniosamente —en el ámbito de las diócesis particulares— todo la patrimonio litúrgico de la Iglesia universal. En esencia, no herir más la concordia de cada Iglesia particular con la Iglesia universal, ocupándose sobre todo unir todas las fuerzas y restituir a la liturgia su poderoso encanto."
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