Que en el editorial del diario Gara pongan a bajar de un burro a Munilla es sin lugar a dudas una gran señal, porque los que son sombra de asesinos no son más que seres repugnantes, y si asesinos te atacan quiere decir que no eres de su calaña. A Mons. Munilla, Obispo de San Sebastián, atacan con estas palabras: “Auspiciado por el obispo Munilla, en misión de hacer apacentar la comunidad cristiana de Euskal Herria en un pasto de ultranacionalismo español y dogmatismo católico, este nuevo episodio ha producido un cisma de un alcance nunca visto y de consecuencias sin vuelta atrás”.
Lo que me sorprende es que desde este diario proetarra, se defienda a Pagola, señal, de que este es cercano a esta raza de víboras. El diario exhorta a los fieles católicos a manifestarse públicamente al opinar que “el caso de Pagola necesita visibilidad y la amplia base cristiana necesita movilizarse en la plaza pública. No le faltarán aliados ni el interés del gran público”. También defienden al ex franciscano de Arantzazu, que se distinguió por su heterodoxia y su rechazo a Mons. Munilla.
Es buen signo ser perseguido por los impíos, nuestro apoyo a Mons. Munilla.
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